Se caracteriza por ocuparse de los niños de hasta 6 años.
Algunos niños pueden presentar problemas relacionados con el neurodesarrollo, o dificultades para lograr los hitos habituales de su desarrollo evolutivo. En estos casos es importante evaluar y si resulta oportuno intervenir de forma lo más temprana posible.
En ocasiones los niños pueden experimentar un malestar emocional que excede lo habitual en estas edades y que puede manifestarse con miedos, ansiedad, rabietas, o trabas para lograr el control de los esfínteres. A menudo el trabajo terapéutico está relacionado con acompañar a los padres en el proceso de ensayar distintas estrategias específicas que faciliten la superación de estas dificultades y favorezcan un crecimiento pleno del niño.