En ocasiones nos sentimos abrumados por la tristeza, vivenciando una desesperanza que nos puede llevar a renunciar, a dejar de seguir luchando , a abandonar y a percibir que nada tiene sentido ya. Podemos llegar a sentir que ya no somos los protagonistas de nuestra propia vida, sino más bien espectadores.
Durante el proceso terapéutico a menudo se experimenta con técnicas específicas enfocadas al presente, para abordar la culpa, los pensamientos reiterativos, el dolor, la rabia y el propio estado de renuncia. El trabajo terapéutico está relacionado con estrategias para experimentar y percibir, y poco a poco poder retomar la vida e ir redescubriendo nuestro propio sentido de la existencia. Se trata de una terapia profunda con efectos que se prolongan en el tiempo, que tiene como objetivo que nos sintamos protagonistas de nuestro propio cambio, recuperar y desarrollar nuestros recursos para afrontar las dificultades
En ocasiones podemos experimentar la ansiedad de una forma que interfiere en nuestra vida diaria, incluso experimentado crisis de angustia o intensas preocupaciones, y a veces estas experiencias limitan nuestra libertad.
Podemos abordar estas dificultades desde distintos ángulos, y si la persona lo desea, es posible utilizar técnicas específicas adaptadas a cada caso, que suelen ser altamente eficaces para afrontar el malestar. Habitualmente se percibe una mejoría significativa en un tiempo breve.